Pintar nunca fue tan divertido Splatoon 2 – Análisis

Nintendo es una compañía que mima sus títulos, no le descubro nada a nadie. Es raro verle abandonar alguna de sus franquicias por completo y como no podía ser menos, Splatoon no iba a caer en el olvido. Cuando fue lanzado en Wii U en mayo de 2015 fue recibido con ilusión, aunque por unos problemas de lanzamiento que fueron solucionando con el tiempo gracias a actualizaciones, tuvo unas primeras impresiones no tan buenas. Pese a esto, el resultado final fue excelente. Splatoon 2 sigue la estela en el punto que lo dejó su predecesor hasta el punto en el que sería comprensible dudar sobre hasta qué punto ese 2 tras su nombre es merecido.

Si tienes por casa una Wii U seguramente hayas jugado ya. la fórmula sigue siendo la misma: un shooter multijugador con el toque Ninty, colorido y divertido. Una reinvención de un género, por otra parte, bastante explotado. Ya sabes de qué hablo.Si por el contrario nunca has tenido la oportunidad de jugarlo, la definición anterior se queda corta.

En Splatoon 2 lo que más presencia tiene son sus modos multijugador, que variarán en estilo de juego y grado de implicación del jugador, pasando por combates amistosos a competitivos y torneos. Cualquiera de estas modalidades enfrentará a cuatro calamarcillos o calamarcillas en una guerra en la que tu mayor arma es la tinta, en el sentido literal. Como todo buen guerrero, primero tendrás que entrenar, subir un mínimo de diez niveles en combates amistosos antes de poder pasar al siguiente nivel. Estos combates siempre tendrán el mismo objetivo: cubrir el máximo espacio con el color de tu equipo. La premisa podría parecer aburrida, pero con la gran cantidad de armas que tienes para hacerlo, desde rodillos o pinceles hasta aerógrafos que irás mejorando, este trabajo se vuelve de lo más divertido. Lo mejor es que da igual que no tengas muy buena puntería, ¡que otro acabe con el enemigo! ¡Tú has venido a pintar! Rara será esa partida que todo jugador de shooter ha vivido en la que te sientes un inútil, siempre podrás cambiar tu estrategia ya que el objetivo no es acabar con el equipo rival. Puedes cambiar tu estrategia, sí, pero no tus herramientas, y es que (esto lo arrastra de Splatoon) no podrás cambiar de arma durante la partida. Ni entre partidas -a no ser que salgas a la selección de modos de juego-, por lo que si tienes la mala suerte de que en tu equipo hay tres rodillos, por ejemplo, así se quedará toda la partida y podría ser difícil de remontar, ya que perderéis la larga distancia.

 

Cuanto tengas las suficientes horas acumuladas y tu dosis de experiencia se desbloquearán los torneos, donde podrás acceder a tres modos más. Globo dorado, torre y areas de pintado. Las dos primeras son similares, consisten en llevar un pez globo o una torre hasta el punto objetivo, mientras que el modo área de pintado reduce el combate territorial a un punto mucho más pequeño, focalizando la acción en un lugar muy concreto.

Aunque Splatoon quiera destacar por sus modos multijugador, donde más brilla es en el solitario. La historia que nos presentarán será un pretexto para lo que viene detrás, tendremos que superar una serie de niveles donde más que un juego de disparos, tendrás la sensación de jugar a un título de plataformas. Pero no a un título de plataformas cualquiera, sino a uno de la casa Nintendo, por lo que la calidad y la innovación con las mecánicas están a la orden del día. Nos presentarán pequeños rompecabezas que en muchos casos tendremos que resolver usando el entorno, para nada complicados aunque siempre divertidos.

La jugabilidad que tanto destaca cuando estás con la campaña se diluye considerablemente en el momento en el que estás compitiendo. La mayor parte de estas mecánicas no están implementadas en los mapas pero sí podemos encontrar algunas como los raíles de deslizamiento. Estos raíles son una suerte de cables que, tras pintar su base del color de tu equipo, podrás grindar para acceder más rápidamente a zonas controladas por el enemigo y de difícil acceso. Desde luego son útiles, pero en la práctica y en el fervor de la batalla se queda como algo anecdótico.

El diseño de niveles de los mapas, pese a esta pequeña carencia, no es inferior a lo que podríamos esperar de la gran N. Cada uno de los diferentes escenarios que nos encontraremos ofrecerán retos y estrategias propios. En la mayoría de ellos la base de cada equipo tendrá cuatro caminos, uno para cada jugador, diferenciados de una manera muy orgánica. Gracias a esto, tanto si tienes contacto verbal con el resto de tu equipo como si no, la dispersión de pintura será uniforme desde el principio. Estos cuatro caminos se juntarán por parejas y finalmente los dos equipos tienden a encontrarse en el centro del mapa por parejas. Gracias a este planteamiento de los mapas puedes elaborar cantidad de estrategias diferentes y partidas que se darán la vuelta en cuestión de segundos.

Aunque los mapas se basen en este diseño, ofrecen gran variedad, jugando con diferentes alturas, inclinaciones, saltos locos y rejillas por las que colarte.

Como dije al principio, Splatoon es un juego imprescindible si tienes una switch y te gustan los juegos multijugador. La continuación de aquella reinvención del género que hizo Nintendo hace dos años y que sigue resultando tan refrescante como entonces, por lo que, tanto si jugaste a la primera entrega como si no, no dudaría en darle una oportunidad a este Splatoon 2. Partidas rápidas, dinámicas y sobre todo divertidas es lo que te vas a encontrar en este juego.

Acerca de Non Abizenak

Yo sólo quería ser un pirata ¿Es mucho pedir?

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