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Sí, seguramente no tienes ni idea de lo que es un Spectrum, o quizá has visto alguna foto por ahí de esa antigualla, o hasta incluso podrías ser un intelectual de la época de los 8 bit y has leído sobre él en libros y artículos, pero ¿acaso has tocado alguna vez alguno? ¿has sentido su tacto de membrana de goma? ¿has oído en vivo y en directo el ruido de carga de sus juegos en cassette? ¿entiendes la importancia de la tecla J y por qué era la primera que pulsabas y más fundamental? ¿has llorado cuando un perro/hermano/aspirador ha desprendido el delicado cable de luz y todo (¡TODO!) lo que habías logrado de esa tarde jugando desapareció como lágrimas en la lluvia?
No, no me vengas con que tú eres de esos, de los míos, de los que vivimos aquello, porque no, quedamos pocos, y al final…. solo puede quedar uno.
¡Pero despierta! porque el mismísimo Sir Clive Sinclair, su diseñador original y accionista de la empresa que lleva el proyecto, y que según la wikipedia tiene ya 74 años, quiere volver a traernos el ZX Spectrum. Pero no en plan de un emulador, o algo así de lo que hay cientos, sino el verdadero y único y original e irrepetible ZX Spectrum, ahora con el apellido Vega. Bueno, en realidad no, no es eso, pero casi, porque lo que nos proponen es tomar el diseño original de la carcasa de la versión de 48K y simplificarla/reducirla hasta convertirla en un mando con cruceta y cinco botones, con un emulador dentro. Vaya bajonazo.
Pues sí, vaya bajonazo por que es que ni siquiera es original, pudiendo encontrar también mandos de NES con la NES dentro, por poner un ejemplo. Además, en cualquier microconsola con Android esto está superado, con emuladores de todo (este ZX Spectrum Vega solo vale para juegos Spectrum de 48K y 128K, pero no emula nada más) y con un mando más práctico, y algunos hasta con pantalla, no como este. Entonces ¿qué aporta, si es que aporta algo? Bueno, pues viene con mil juegos precargados (legalmente) y la posibilidad de ir descargando más a medida que estén disponibles en su página (gratuitamente y tras la negociación los propietarios de los derechos que están llevando a cabo), aunque siempre podrás cargarlos también usando una tarjeta SD.
Muy nostálgico hay que ser para que por 100 libras te apetezca tener uno (aunque admito donaciones, que conste), y es cierto que hay juegos que pueden resultar realmente adictivos, que hoy llamaríamos casuales no por la dificultad (que lo eran y mucho) sino por la simpleza en su jugabilidad; pero tremendamente adictivos como digo. Según explican en la página del proyecto en IndieGoGo, aunque tienen un prototipo funcional el diseño externo puede variar, pero vamos, la reducción del número de botones no supondrá gran problema ya que muchos se podían jugar con un joystick (los cuatro botones de la cruceta) y dos botones más, y siempre se podrá utilizar un teclado virtual en pantalla.
De todas formas en el hipotético e improbable caso de que te asalte la nostalgia tranquilo y guarda tu dinero porque lo que piden para el proyecto es lo suficiente simplemente para la producción de 1.000 unidades que se distribuirán en el Reino Unido, y luego ya más adelante harán más unidades y distribuirán a más sitios. El objetivo ya lo han cumplido, por cierto, y esas mil unidades ya están asignadas. No hay más de momento ni aunque quieras poner el dinero, así que a pesar de todo el proyecto a generado interés (o una epidemia de nostalgia). Le seguiremos la pista. O no.
