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Estos australianos, con no tener suficiente protagonismo con ser el epicentro de uno de los mejores episodios de los Simpsons, ahora intentan volver a captar atención dandole estopa a esto de los juegos.
Así es, los pobres chicos de Deep Silver y Undead Labs
están siendo los chivos de esa estúpida campaña contra los juegos violentos que promueven ciertos países.
Con Saint Row IV están volviendo a programar ciertas partes del juego para que no sean tan ofensivas a al ojo del marsupial medio, y aquí en cierta manera lo puedo entender, ya que es un juego gamberro a secas, donde lo mas loable que se puede hacer es no matar a alguien con el dildo morado gigante.
Pero State of Decay es un caso absurdo como pocos, simplemente por el hecho de que los personajes consumen drogas y fármacos con sus nombre reales, se les acusa de hacer apología de las drogas.
Me gustaría ver la versión de Super Mario Australiana, cambiaran la seta, símbolo de los alucinógenos por excelencia, por no se…¿un ornitorrinco?
