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Es costumbre ya, desde hace algunos años, ver como Creative Assembly prolonga el éxito de cada nuevo capítulo de la saga Total War, su obra magna, de sobra conocida por todos. Y es costumbre también que lo haga en forma de expansiones auto-jugables cuyo principal reclamo es poder encarnar a un personaje histórico muy popular, jugar su propia campaña y conocer todo el trasfondo que hay detrás de su historia. Ocurrió ya con Napoleón, después del controvertido Empire Total War y ahora le llega el turno a Atila, conocido por todos como El Rey de los Hunos.
El marco histórico que pretende abordar Attila Total War es la caída del Imperio Romano, allá por el siglo 4 d.C. su escisión y perdida de hegemonía, aprovechada para el alzamiento de las tribus y facciones nómadas. Entre ellas, los famosos Hunos.
Y es que no nos engañemos, aunque hay varias facciones que escoger en el juego para comenzar nuestra campaña, más otras que iremos desbloqueando después, el mayor aliciente de esta expansión no deja de ser el poder jugar con la facción comandada por el propio Atila, tan envuelta en el misterio y la leyenda como el propio rey de los Hunos.
Y haciendo honor a su leyenda, pues como todos sabemos “Donde pisaba su caballo no volvía a crecer la hierba” en clara referencia a la crueldad de la que hacían gala sus tropas, sanguinarios, auténticos reyes del pillaje y el saqueo, así eran, según parece este pueblo nómada. Esto, una vez más, se intenta transladar al jugador con la posibilidad de jugar en modo horda, una de las novedades de Attila Total War que nos permitirá ir barriendo el mapa de enemigos y asolando enclaves allá donde nos lleve el viento y sin una ciudad fija en la que hacernos fuertes o tomarnos unos cuantos turnos de descanso entre batalla y batalla para tomarnos un respiro y recuperar la operatividad de nuestras unidades.
Esto, lógicamente tiene su lado bueno, sobretodo para aquellos a los que siempre “les dió la chapa” gestionar las ciudades de nuestro imperio, esta nueva forma de jugar nos permitirá ir arrasando con los enclaves que están bajo el control de otras facciones y hacernos con sus recursos y riqueza, asolandolas a nuestro paso. Esta forma de juego se puede alternar con jugar del modo habitual en Total War en cualquier momento, salvo para la facción de Los Hunos, los cuales solo pueden jugar en modo horda.
Y hasta aquí poco más que contar sobre las novedades que nos trae Attila Total War, pues la base es la de siempre, la misma conocida de sobre por todos los seguidores de la saga, mucha fidelidad histórica, aspecto gráfico muy cuidado que incluso muestra algunos efectos nuevos y mejor optimización, un interés puesto en cada detalle casi enfermizo y cientos, probablemente miles de horas de juego por delante. Pero a parte de todo esto que está muy bien, seguimos con problemas serios en la IA y en el equilibrado de las unidades, asignatura pendiente de la saga desde hace años. Dicho esto, ¿ justifica todo lo anterior el lanzamiento de una nueva expansión ? Claramente no. Máxime teniendo en cuenta el elevado precio al que sale al mercado Attila Total War, rondando los 40 euros, esta expansión podría haber salido perfectamente solo en forma de descarga digital y todos tan contentos. Una saga tan compleja y profunda como lo es Total War necesita tiempo para implementar cambios, novedades, equilbrar un montón de variantes, en definitiva, cocinar a fuego lento y darle mimo a cada nuevo capítulo de la serie, algo que se ha perdido con la sobreexplotación de la saga, adicta ya al sistema de los DLC’s de pago y a estas expansiones injustificadas que no hacen nada más que desgastar la serie.
Una IP que necesita un tiempo de reflexión, que a causa de no tener un rival directo ( hay otros juegos de estrategia , pero ninguno que se asemeje en forma y complejidad a Total War) hace que se amodorre en un nivel de calidad muy alto sí, pero el estancamiento de la saga los últimos años y el saca-cuartos interminable en el que se ha convertido comienza a ser preocupante.
En resumidas cuentas, no podemos recomendar Attila Total War para quienes no sean fervientes adoradores de la saga de Creative Assembly, pues sus novedades se nos antojan raquíticas y el marco histórico y personaje que toma como fondo la serie con esta expansión no nos parecen motivos suficientes para soltar alegremente nuestro dinero.
Quizás para una rebaja sensible de su precio vía Steam puede ser algo más razonable el hacernos con él ,pues repetimos, sus valores de producción, calidad innegable y horas de juego marca de la casa siguen presentes.
No sabemos si el binomio Sega/Creative Assembly se guarda algún as en la manga para el próximo Total War, donde la saga dará el salto a la licencia fantástica del mundo de Warhammer, pero lo que parece claro es que en la serie empieza ya a no valer ya el cambiar de ambientación histórica e introducir cuatro cambios contados.
Probablemente ha llegado el turno de dejar menos soldados en el campo de batalla y más estudiando nuevas fórmulas jugables que experimentar, para poder implementarlas después en la serie, más pronto que tarde.
