La gran guerra a pequeña escala Memoir ‘44 – Reseña

Momoir' 44 cabEdge decidió publicar en español Memoir ‘44 cuando el mercado de los juegos de mesa en castellano era un caos de ¿quién tiene los derechos de qué? En aquel momento apostó por Days of Wonder y adquirió la franquicia de Ticket to Ride (Pasajeros al tren) y aunque coqueteaba con FFG, aún no se había convertido en su distribuidora oficial. De hecho FFG repartía derechos en España entre Edge y Devir. El panorama no está mucho más claro ahora (desde que Asmodee es el Disney de los juegos de mesa) pero parece que si FFG publica algo Edge lo sacará… Un momento, porque ahora existe FFG España que es Edge pero es Asmodee y FFG es Asmodee y FFG compró Days of wonder, y ahora Edge saca CMON… En teoría parece más complicado, en la práctica simplemente hay que enteder que son diferentes compañías que trabajan bajo el mismo sello, por lo que es normal que los desarrollos de FFG salgan en todos los publisher alrededor del globo que trabajan en Asmodee. Y si FFG tiene Days of Wonder, entonces…

Sea como sea, Memoir ‘44 llegó mal y tarde. Desconozco si las ventas fueron buenas pero que Edge no sacase ni las expansiones grandes del juego ni las pequeñas (si no me equivoco repasando el catálogo de la empresa española) da a entender que fueron menos de las esperadas. Una lástima porque Memoir ‘44 es un juego excelente. Por suerte tuve la oportunidad de darle mucho tanto en mesa como a través de simuladores virtuales de juegos de mesa (antes de que Days of Wonder sacase su app oficial). De hecho diría que es el juego de mesa al que más horas he dedicado. Memoir ’44 me parece excelente, vaya por delante, pero en esa evaluación subjetiva se mezclan no solo que el juego esté bien diseñado, que lo está, sino que entran otros recuerdos nostálgicos sobre tiempos más simples y más optimistas hacia el futuro. En el 2004 aún creía que nos íbamos a salvar del Apocalipsis. Es lo que tiene la juventud: si no crees en lo imposible, ¿cuándo lo vas a hacer?

Momoir' 44 Es una excelente noticia que Edge anuncie esta reedición: Por una parte porque es una buena oportunidad de que los que no pudieron jugarlo en su día lo descubran; por otra, sigue siendo relevante porque su sistema de juego es fresco y actual aunque tenga 14 años. Pese a no estar descatalogado probablemente encontrar una edición en castellano sea bien difícil. No sabría decirlo porque no me he dedicado a buscarlos pero sí que a veces aparecen copias en mercadillos que desaparecen de la vista en un plis plas. En ese sentido espero que esa búsqueda ansiosa corresponda luego con las ventas del juego y Edge pueda publicar todas las expansiones. [Edit: después de escribir esto la página oficial de Edge de Memoir ’44 se llenó con varias de las expansiones que ya existen, entre ellas las de los ejércitos que son las más golosas, por lo que parece que se apuesta por una reedición a lo grande].

El juego salió como conmemoración del 60 aniversario del desembarco en Normadia. Se dice (lo dice Days of Wonder, vaya) que en la presentación invitó a algunos veteranos para que lo probasen y viesen cómo habían tratado de reproducir los acontecimientos de una manera sensible por lo que sucedió. Imagino que entre los veteranos de guerra hay de todo pero que se juegue con algo donde viste morir a muchos compañeros resulte, como poco, alienante y como mucho ofensivo. Sin embargo, el pasado pasado es y al igual que jugamos a las Guerras Púnicas y nadie considera que eso ofenda a alguien, la II Guerra Mundial queda tan lejos que poco importa rememorarla así. Eso por no mencionar la cantidad de juegos, libros, películas, series, etc. que reproducen el conflicto.

A Richard Borg, el desarrollador de Memoir ‘44, se le pidió que adaptase su sistema conocido como Command & Colors a la II Guerra Mundial. Este sistema se había usado con éxito en Battle Cry, un juego sobre la Guerra Civil estadounidense un poco flojo, e iba a ser central en Command & Colors: Ancients, sobre batallas en la antigüedad (Grecia, Roma, Cartago, Macedonia…). A grandes rasgos lo innovador del sistema consiste en simplificar las sutilezas y barroquismos de los wargames de forma que se convirtiesen en un entretenimiento más ligero y menos especializado. Por esto mucho grognards de vieja escuela opinaban que Memoir ’44 no es un wargame sino otra cosa. Desde luego si uno compara el Avanced Squad Leader con Memoir ‘44 no hay color en cuanto a profundidad y realismo. Pero hay que tener muchas, muchas, MUCHAS, ganas de meterse en el ASL para sacarle partido mientras que Memoir ofrece una experiencia rápida, bien diseñada y que tiene algo más de profundidad estratégica de lo que parece a simple vista. Se puede decir sin miedo que si uno ha jugado mucho difícilmente le va a ganar un novato, algo que los detractores de Memoir ‘44 consideraban como bastante probable ya que es un juego que depende de la suerte más de lo que les gustaría.

Momoir' 44El sistema simplifica casi todas las dificultades de movimiento, moral, tropas, líderes, coberturas, etc. Movimiento y ataque se resuelve mediante cartas que uno tiene en la mano. Son el motor fundamental de la estrategia. Cada casilla de terreno resta o suma dados a la tirada de ataque, la distancia también. Los dados especiales muestran en cada cara un tipo de tropa (3 soldados, 1 tanque, una granada y una estrella): si sacas el símbolo de la unidad que atacas quitas una miniatura de esa unidad; las granadas son comodines y las estrellas solo tienen uso en situaciones especiales, por lo demás significa fallo. Cuando una unidad se queda sin miniaturas se gana una medalla. Cuando se llega a un número de medallas el que las consigue gana la partida. Aunque haya objetivos estos suelen ser medallas por lo que la condición de victoria depende solo de eso: es una manera de que, por un lado, el juego sea más sencillo de entender y, por otro, le da la dimisión estratégica necesaria. Uno debe aprender con quién atacar, como replegarse, dónde colocarse, etc. porque el juego no va de barrer al enemigo del mapa, ni de controlar una zona específica sino de atacar o defender de forma precisa en los lugares donde puedas conseguir una medalla.

El juego básico contaba con 12 escenarios, pero en Internet se pueden encontrar bastantes más. Casi todos fueron recopilados y mejorados con las expansiones. En la caja básica encontramos al ejercito estadounidense y a los nazis. En algunos escenarios las figuras representan a otros ejércitos pero por lo general son alemanes y estadounidenses. (Alguien dirá: Eh, nunca hubo un ejercito nazi, es la Wehrmacht… Sí, lo que queráis, vaya). En las expansiones de ejércitos encontramos a los soviéticos, japoneses o ingleses. Cada ejercito además de contar con sus propias minis tiene reglas específicas que cambian la experiencia de juego. Por ejemplo, los soviéticos tienen la regla del comisario político que les obliga a planear un turno con antelación. Cada expansión aporta algo al juego y el recorrido que va desde la caja básica hasta las últimas incorporaciones ha ido puliendo el aspecto estratégico dándole profundidad sin llegar a complicarlo excesivamente. Sobran algunas como el  Air Pack: pese a pedir a gritos meter aviones cuando entraron en juego uno se da cuenta que tampoco es que aporten mucho.

Memoir es un juego para dos. Más no tiene sentido. Aún así existe el modo de juego Overlord en el que pueden jugar hasta 8 personas en 2 equipos. No lo recomiendo pero puede ser divertido para una tarde. Lo que resulta espectacular es ver el despliegue en mesa, aunque solo sea por eso merece la pena. También es interesante cuando uno juega con los escenarios prefabricados de overlord que se venden como expansiones, pero aquí me refiero solo a la caja básica de Memoir ’44

Para jugar a Overlord se necesitan o bien dos cajas básicas o bien un tablero extra. Existen más opciones en inglés: los escenarios overlord, como dije, son mapas preparados ya para sacar y jugar. También existe una expansión con un mazo de cartas exclusivo de Overlord, pero si uno solo tiene la caja básica necesita como mínimo otro tablero.

Memoir contenidoLos componentes son excelentes como cabe esperar en todo lo que hace Days of Wonder. Su estilo, como sabréis ya, es el de los primeros juegos de la empresa: toque familiar, sofisticado y elegante. Las minis no son muy detalladas (son soldaditos de plástico) pero cumplen y la verdad es que en mesa dan muy buen aspecto. Hay gente que se dedica a pintarlas pero yo no tengo la culpa de que esa gente se aburra en su vida cotidiana.

Lo peor que tiene Memoir ‘44 es que la mayor parte de sus escenarios están mal equilibrados. De los de la caja básica diría que solo en 4 de ellos las posibilidades están en 50/50 entre los dos bandos. El primer escenario de introducción al juego es casi imposible ganar por parte de los nazis. Aunque ese caso es el más evidente existen bastantes escenarios (recuerdo el de la toma de París, aunque ahora no sé si estaba en la caja básica) en los que uno de los bandos tiene todas las de perder. Hubiese sido una buena idea en estas nuevas reediciones incluir los porcentajes aproximados de victoria porque los escenarios merecen la pena ser jugados incluso aunque no haya equilibrio porque puede plantearse como un desafío para el jugador que tiene las de perder. Estos porcentajes están en algunas páginas de la comunidad de Memoir, por lo que no hubiese sido muy complicado incluirlo.

Memoir ’44 es un wargame para los que no les gustan las complicaciones de un wargame de escuadras o que quiera uno que emule la realidad al dedillo. Creo que puede encontrar hueco entre amantes del wargame que quieran introducir a otros en su mundo de sumas, moral, fuego de cobertura, bombas de humo, etc. Incluso ser un punto de entrada para otros juegos que utilizan sistemas parecidos al Command & Colors y que son mucho más complejos como los excelentes Combat Commander. Por mi parte Memoir ’44 tiene su nicho en mi corazón desde el verano de 2005 y pese a que haga años que no toca mesa sigo teniéndolo en mi colección y lo atesoro como si fuese nostalgia pura.

Acerca de Alberto Murcia

Doctor en Humanidades por la Universidad Carlos III y tecnófilo. Dedico parte de mi tiempo a escribir sobre videojuegos en esta casa tan acogedora. También colaboro en El Estado Mental, Irispress, Zehngames, Deus Ex Machina y Anaitgames

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2 Comentarios

  1. Me parecen brutales estas críticas de juegos de tablero que haces. Me resultan bastante más interesantes que las que se suelen ver en páginas especializadas. Mis dieses.

  2. Gracias. Se trata de aportar algo un poco diferente a las reseñas de juegos de tablero más allá del esquema de reseña de a BGG, aunque no tenga nada en contra de ese formato, vaya (soy un fanático de la reseña tipo Tom Vassel y en ese sentido son sota, caballo y rey ese tipo de reviews). Seguiremos haciendo porque la verdad que es un interés personal el ir dejando caer la importancia sociocultural de los juegos analógicos. Creo que mucha gente no es consciente del boom impresionante que estamos viviendo desde hace unos años en España y de las transformaciones y mejoras de diseño que se están viviendo desde los juegos de mesa.

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