Es todo juego de brazos. Arms – Análisis

Cuando bailas puedes hacerlo principalmente de dos maneras: moviéndote poco sujetando un vaso de tubo con una mano mientras oteas lo que tienes alrededor o bien contoneándote al ritmo de la música con los pasos que correspondan, iniciando así una coreografía más o menos elaborada con aquella persona con quien te quiera acompañar. La primera es la más recurrente, a la que suelo acudir las escasas veces que salgo en caso de que esté siquiera dentro de un local, pero hay veces, pocas, que la situación cambia. A mí no me gusta demasiado salir por la noche a los bares, si me has leído antes es posible que lo sepas, de lo contrario, ya estás informado, pero antes sí los frecuentaba. No solía ir tanto a esos  locales donde ponen rock, rap, heavy o reggaeton. No. Cuando salía, lo hacía para bailar. Para bailar de verdad. Entre mis ritmos preferidos se encontraban casi en exclusiva los bailes latinos, en especial tales como la salsa, el cha-cha-cha o la bachata, aunque también practicaba rock n’ roll, incluso algo de tango y vals. El caso es que bailaba, lo hacía mucho y por qué no decirlo: no se me daba mal. Arms

Es fácil al pensar en cualquier baile que lo principal es el movimiento de las piernas, y sólo es así hasta cierto punto. Si eres quien lleva la coreografía tienes que dominar los gestos con las manos además de los pasos. La mano derecha siempre en la espalda, arriba o en medio, desde ahí es desde donde mejor se guía. Movimientos suaves y firmes indicando el paso y todo saldrá a pedir de boca. Eso sí, sin usarla.

Cuando pensamos en el boxeo no nos cuesta creer que la acción se centra en el torso, pero justamente pasa lo contrario que con el baile, la acción se encuentra donde no miras. Unas piernas rápidas son esenciales, aunque, como en todo, hay excepciones.

Con el tango, por ejemplo, una pareja que tenga por costumbre bailar junta, podrán mirarse a los ojos y sólo con ver hacia dónde apunta la cadera y el pecho, entender cuál es el siguiente paso al instante, moviendo en paralelo las piernas de cada uno a escasos centímetros sin llegar a tocarse. En la insinuación se encuentra la magia con baile.

Por su parte, en el deporte centrado en los puños, una persona más o menos torpe de pies puede llegar a ganar un combate siendo inteligente y usando los recursos que tenga a su disposición. La velocidad de su torso, de sus brazos y cabeza, las fintas, bloqueos y falsos golpes cuando sean necesarios. Usando bien su cuerpo, podrán salir victoriosos.

Arms es un juego de boxeo, esto lo hemos visto, es cierto, pero también es un juego de baile. Como en toda lucha, tan importantes son tus reflejos como tu posicionamiento en combate. Un buen lugar en el escenario dependerá de cuatro factores: mapa, tu avatar, el contrario y la combinación de puños que escojas.
El escenario es un elemento casi tan importante como el jugador, y saber usarlo puede dar unas ventajas estratégicas que es realmente difícil llegar a dominar, incluso en ocasiones, de ver.

Fideódromo es el estadio preferido de Min Min. Tiene forma de bol de fideos. De ahí su nombre. Encontrándose en su centro la parte más profunda de este. El «truco» aquí es fácil de ver: lleva a tu adversario al centro, a la parte más baja e intenta subir lo que puedas. Retenlo ahí con cada golpe. Desde una posición alta siempre es más sencillo hacer que tus enemigos muerdan el polvo, además, al subir a cualquiera de sus lados irá ligeramente más despacio, por lo que asestarle un golpe debería ser una tarea más o menos sencilla.

Circuito viperino, por su parte, es el mapa donde te podrás encontrar a Kid Cobra. Él es rápido, mucho, y si se monta en uno de los aerodeslizadores que hay esparcidos por este lugar alcanzará una buena ventaja, ya que no solo ganará en velocidad, sino en altura y en defensa, ya que bloquearán muchos de tus golpes. Como dijimos antes, el posicionamiento es esencial.

Pero vamos a ver, comencé hablando de baile. ¿Qué tiene que ver eso aquí? Pues de hecho mucho. El boxeo, y más el que nos encontramos en Arms no es más que una danza. Una en la que tendrás que adaptarte al estilo que le guste a tu adversario y, cuando encuentres el momento, imponerle el tuyo. Si te encuentras con Byte & Barq (me gusta pensar que es un pasodoble. Seguro de si mismo aunque demasiado estirado) tendrás no sólo que estar atento a él, sino también a su perro, que te lanzará un puñetazo o bloqueará los golpes si estás despistado. Con él resulta especialmente efectivo un bloqueo-salto-agarre, ya que su robochucho no logrará pararlo. Es por esto que uno de los personajes más eficaces contra él podría ser Min Min, ya que usará su habilidad -cuando saltas puedes, pulsando L, lanzar una patada para bloquear un ataque- para juntar los dos primeros pasos de la estrategia antes mencionada. Esto te dará unos valiosísimos instantes para atacar. Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo.

Realizar una combinación de movimientos así parece sencillo, pero con el sistema de control gestual que trae Arms es algo más caótico de lo que parece. Al menos al principio. Cuando te acostumbres a él puede llegar a ser realmente eficiente, eso sí, puede que pases algún día de agujetas antes de llegar a ese punto. Si como yo lo que te gusta es jugar para descansar, sentado y si es posible no moviéndote mucho, optarás por usar los mandos. Sin lugar a dudas el control clásico es el más cómodo, aunque sufre de un ligero inconveniente. Mientras para cubrir los ataques con el control más vistoso símplemente tendrás que cruzar los joy-con, un movimiento de lo más natural, por contra, la misma orden con los mandos cogidos como Dios manda se realiza pulsando el stick izquierdo, por lo que resulta algo más forzado de lo que debiera. Pese a este inconveniente la adaptación de controles tanto con el mando completo como sólo con la mitad será fantástica e instantánea. Al final, uses el modo de juego que uses, quedarás satisfecho con el resultado. Arms no se queda en una demo técnica de las virtudes del dispositivo, sino que el control gestual que ofrece promete ser lo suficientemente duradero como para continuar con una posible secuela. Espero de verdad que se convierta en franquicia este primer título realmente exclusivo de Switch.

Si por alguna loca razón te cansas de solo luchar contra la IA que ofrece Nintendo en ocho niveles diferentes (que adelanto que no son nada fáciles la mayoría de ellos) también podrás aprovechar su funcionalidad online, con la que no sólo podrás combatir contra una persona, sino que podrás hacerlo contra otras tres o por parejas dos contra dos. Aunque por supuesto no es lo único que puedes hacer en Arms, ya que también cuenta con un modo volleyball en el que tendrás que anotar hasta cinco puntos antes de que la pelota explote y se vuelva casi imposible de devolver, así como con un juego de baloncesto. Este consiste en realizar mates. No hay pelota. Agarra a tu contrincante y mételo en el aro. Como todo aquí, parece más fácil de lo que resulta, si no me lo crees, pruébalo cuando tengas oportunidad. Por último también tendremos la opción, si no sólo no te has cansado de pelear, sino que un rival te parece insuficiente, de enfrentarte a 100 enemigos que vendrán sin cesar a intentar machacarte.

Cada una de estas modalidades ganarás dolarms -je jé- con los que podrás empezar un entrenamiento de mayor o menor duración -dependiendo de cuánto pagues por él- y que te ayudará a conseguir los diferentes tipos de puños para cada personaje. Créeme cuando te digo que echarás muchas partidas para conseguir los que quieres, ya que, cuando te encariñas de un personaje y este no tiene el golpe bumerán, el escudo o el de hielo, que te permite ralentizar al contrario, harás todo lo que esté en tu mano para conseguirlo. Desde luego, cuenta con no pocas combinaciones, y muy bien equilibradas entre si.

No me gustaría dejar este texto sin comentar la existencia del competitivo en este juego. Nintendo parece que apuesta fuerte por los eSports con títulos como Splatoon o Super Smash Bros y este no quieren que se quede atrás. Podrás jugar rankeds una vez superes una dificultad establecida en Gran Premio, entonces te enfrentarás a otras personas que quieran ponerse con esto un poquito más en serio, será más duro, sí, pero también conseguirás más dolarms por combate y podrás ir comprobando a tiempo real tu progreso, ya que irás subiendo o bajando de nivel según tus victorias o derrotas, como en todos los juegos más o menos competitivos que cuenten con rankeds.

Al ver Arms dentro de mí algo temía que se parecería a aquél juego de boxeo de wii sports, aunque más colorido y preciosista. Por suerte, no ha resultado ser así, la nueva IP de Nintendo tiene gancho, eso es innegable. Seguramente le eche más horas de las que me gustaría admitir y sea él más popular entre mis amigos que yo, pero bueno, no puedo hacer nada contra Nintendo.

Me ha dejado KO.