Con dinero o sin dinero... Presentación del FIFA17

Nunca en mi vida había estado en el palco de autoridades del Santiago Bernabéu. Dudo mucho que lo vuelva estar otra vez en lo que me reste de vida; aunque nunca digas “nunca jamás” ni tampoco “este cura no es mi padre”. Las butacas son muy cómodas. Las había imaginado con el respaldo mucho más largo, como los sillones que veo en los streamings de gamers y youtubers. Pero no, se parecen más a los sillones de escay de mi pueblo, aunque infinitamente más agradables. Estas butacas han sentido el peso de culos de todo tipo mientras el Real Madrid aspiraba a ganar el partido de turno. Culos fofos, pequeños, delgados, amplios, definidos, excelsos, feos y guapos. Lo que les une a todos, además de cierto parecido anatómico, es que han pertenecido a personas relevantes en el mundo del deporte, la política, el papel cuché, las artes y los negocios. Resulta reconfortante pensar que soy un advenedizo privilegiado: mientras los autobuses que traen a los turistas de peregrinaje a la capilla de las once Copas de Europa y estos pagan alrededor de 18 euros por el tour, a mí me han invitado a la presentación del FIFA17. Incluso me van a dar una pequeña vianda mientras lo juego. Si puedo creerme que soy el rey del mambo y solo estoy de paso, ¿qué imagen de sí mismos tendrán los habituales?

Aunque Florentino Pérez negó públicamente que en el palco del Bernabéu se hagan negocios, me resulta más que complicado creérmelo a pies juntillas. El simple hecho de invitar a alguien al palco ya es un favor que tienes que agradecer de alguna manera. Pasa con todos los grandes equipos del mundo. Tampoco me refiero a algo ilegal, para los mal pensados, simplemente es el modo en el que se demuestra quién tiene los contactos adecuados y las prebendas necesarias que diferencian al que paga del que va gratis. Pero también lo es otro sentido: cuando EA invita a la prensa para que informe de su juego no lo hace en el mismo sentido que los físicos del CERN informan del último descubrimiento. EA, obviamente, pretende que promocionemos su juego para que ganen dinero; el CERN, en principio, no. Es decir, en el palco de autoridades se está haciendo negocios.

Allí estábamos unos cuarenta periodistas de distintos medios ante una televisión de plasma y con uno de los campos de fútbol más simbólicos de la historia al fondo. Si lo pienso, tenía algo de irreal. Nick Channon (productor de FIFA para EA) y Aaron McHardy (productor jefe para el gameplay) nos presentan lo que va a ser el nuevo capítulo del simulador de fútbol más popular que existe. Estos dos números uno del mundo del mainstream intentaban remover la dispuesta intención de ser sorprendidos de los periodistas. Darnos algo de qué hablar. Así que nos desvelan algunas cosas de interés.

El motor del juego ahora es el Frostbite de DICE ¿El motivo? Conjeturo que les debió gustar cómo ha funcionado en Star Wars Battlefront y cómo les está quedando el Battlefield 1. Pero parece ser que la razón (que nos dieron) es que tomar el Frosbite les ha permitido centrarse en otros detalles que querían introducir en la franquicia. Y de ahí al segundo anuncio: al disponer de más tiempo han podido cuidar el que será su modo historia. Encarnaremos a un muchacho inglés, Alex Hunter, en su carrera por ser un futbolista de postín. Similar a cómo funciona el famoso modo historia dirigido por Spike Lee para NBA2k16, en esta ocasión habrá algunas novedades significativas en cuanto a los diálogos y toma de decisiones que influirán en cómo se desarrolla la campaña. No comentaron nada acerca de la duración de este modo pero sí que contaron con la ayuda de Bioware (Mass Effect) para los árboles de decisiones y demás mandangas que tienen que ver con la relación entre diálogos, montar la personalidad del futbolista y demás. Entendimos que esta colaboración con Bioware es un signo de la calidad que este modo va a tener en cuanto a profundidad narrativa. Pudimos ver un momento íntimo de Hunter que se nos describió como “de los más bajos de su carrera”. Pinta bien y promete meterle feeling por empatía: nada más de agradecer que un self-made men que lucha desde el lumpen hasta las estrellas y más allá. En cada partido en el que Hunter va a participar podemos elegir si le manejamos solo a él o al resto del equipo; se nos darán objetivos a cumplir; y cada acción que hagamos será evaluada y tendrá consecuencias. En fin, la novedad más interesante de este FIFA17, o eso me pareció.

También se nos informó que será la única franquicia de fútbol que cuenta con los derechos de la Liga Profesional de Fútbol. Pero creo que esto ya nos lo imaginábamos todos. Los fans de PES juegan otra liga diferente: que los futbolistas tengan los nombres reales parece importarles menos. Es una cuestión de orgullo, colores y de corazón.

La versión que pudimos probar en Xbox One estaba aún con demasiados elementos por pulir; caídas dramáticas de frames y texturas que desaparecen, clipping raro… (algunos significativamente divertidos como que las tarjetas amarillas las sostenía la muñeca del árbitro en lugar de su mano). Nada que una fase de pulido final no vaya a solucionar, vaya, pero se veía muy aún verde. El caso de la Playstation 4 era mucho peor, esa sí que necesitaba un depurado del bueno. En cualquier caso, nada demasiado alarmante, y dado que no podíamos sacar imágenes pues tampoco resultó preocupante para EA.

También se habló de las mejoras en jugabilidad, como los muchos bloqueos nuevos, movimientos espectaculares, regates de fantasía y superestrellas que en cada entrega se revuelven, chutan y demás casi igual que el modelo real. Ahora bien, el problema del valle inquietante con Ronaldo, Messi, o Ibrahimovic sigue existiendo; en ocasiones el valle es demasiado inquietante y árido. Ahora bien, la iluminación del campo de fútbol por la noche es increíble, lo mejor del Frosbite. Como los años pasan y la memoria sobre cómo se veían las cosas se va perdiendo, les invito a que se pongan una imagen de cada FIFA desde el 1999 hasta ahora. Cuando se aburran háganlo con una foto suya: tal vez ahí los gráficos no mejoran. Increíble cómo hemos cambiado. Pese a todos esos errores por pulir, será un pelotazo, como siempre. Posiblemente se lo merezca.

Para cuando esto que escribí se publique, supongo que el día 12 de junio momento en que se levanta el embargo sobre la información, podrá preguntarse legítimamente sobre el papel de la prensa o de una entrada de este tipo. Se supone que este hecho noticioso ha sido convertido en una pseudocrónica porque aquello que entendemos que es relevante (como el uso del Frosbite de DICE, el modo historia, etc.) es lo que aporta algo, la información en sí: mis devaneos con los asientos del palco y las nada disimuladas opiniones son adornos innecesarios. Sin embargo, toda la información importante fue filtrada bastantes días antes. Incluso EA lanzó un teaser oficial, confirmando las novedades. Así que, si han llegado hasta aquí algo les tengo que aportar que les sirva de consuelo. Bien, no tengo mucho más que ofrecerles, salvo lo que me pareció todo aquello.Entiendo que les sepa a poca cosa. A lo mejor tampoco hay mucho que decir del FIFA, tampoco tenemos mucho que decir de nuestra casa mientras no hagamos una obra seria que cambie todo. Aquí estamos hablando de pequeñas reformas que, parece, funcionan.

Tanto el fútbol como los juegos de fútbol hace mucho que dejaron de interesarme. Tuve que hacer un ejercicio de memoria mientras escuchaba la presentación para recordar cuándo fue el último que jugué. Me vino a la mente el PCFútbol de Dinamic, el 2.0. Se lo comenté al compañero Fran G. Matas de Meristation que estaba sentado a mi lado. Se le abrieron los ojos como platos. Me da la impresión de que Fran ni había nacido. Como se me removieron las entrañas ante mi falta de pasión futbolera me esforcé en pensar otra ocasión y sí, ahí estaba: en el 2003 durante el Contempopranea, el festival de música independiente de Alburquerque. Jugué a un FIFA, eso seguro, porque las personas con las que iba se había llevado la Play 2 hasta allá. Jugar para pasar la resaca, ahora lo recuerdo bien. También me vino a la cabeza que había tenido un PES (pirata) para la Playstation original. También que al que había echado más horas en mi vida fue al pésimo Italia 90 para Amstrad CPC464. Ni Dino Dini ni Kick off ni hostias… Italia 90, uno de los peores simuladores de fútbol que se han hecho. Al menos los jugadores tenían los nombres originales e incluso estadísticas. La «roja» de Luis Suaréz, ¿no? Menudo papelón.

Todo esto que a ustedes supongo que les da lo mismo está para llegar a comentarles que aunque el FIFA me importe un carajo, cumple de sobra con dos cuestiones que se espera de un juego así: por un lado, es infernalmente divertido, y por otra, que nada mejor que jugar con amigos en local multijugador. No creo tanto que sea por el juego en sí, que también, ya que está tan pulido después de tantos años que se las saben todas, si no porque jugar con amigos mola. Ya sea esto, el Street Fighter o similar. Lo del fútbol es lo de menos. Y les aseguro que disfruté las partidas contra los colegas. A veces lo peor del fútbol no es el fútbol en sí, sino todo lo que le rodea. Creo que podría decir lo mismo de su contrapartida digital. También es un juego que vale tanto  para los esports y pachangas de bar: FIFA es el rey de la corona en un país donde el fútbol es el deporte qué más atención recibe, y no me extraña que lo sea.

El evento se cerró con Fernando Morientes, un futbolista que frisa mi quinta y que hasta cierto punto es una leyenda viva del futbol español (al menos lo presentaron así, pero mi memoria no lo recordaba en esos términos). Este sí que era de los que jugaba al PCFútbol y seguro que se echó alguna partida que otra al Emilio Butragueño. Me pregunto cuánto se cobrará por ir a un evento de estos y jugarse medio partido.