AntiHype programa de radio y web sobre la actualidad del mundo d los videojuegos
Parece que la reflexión que lanzó nuestro idolatrado Pep Sánchez en el Podcast Reload de Anait era acertada. Se están muriendo los videojuegos. A la ya triste frase «Nintendo is Doom» se le va pudiendo sumar otro sujeto.
Xbox ha realizado un comunicado en él que con el eufemismo «cambios» anuncia que se carga tanto Press Play Studios como Lionhead, empresa fundada tiempo atrás por nuestro querido Peter Moulineux y responsables del brillante «Black and White» (Nada más satisfactorio que reclutar creyentes lanzando vacas por los aires) o de su gran y emblemática saga «Fable». Por cierto, los herederos de Molinete se encontraban desarrollando la enésima iteración de dicha serie, «Fable Legends» juego anunciado en el E3 de 2014 y que pretendía ser una experiencia multijugador que aprovechaba el mundo ya creado; digo pretendía porque el desarrollo del juego, que debería estar a punto de caramelo ha sido totalmente enterrado.
Lo de Xbox ya está siendo «Titanesco» y no tiene que ver mucho con el tamaño si no más bien con la archiconocida película de James Cameron. Don Mattrick puso el rumbo contra el iceberg en aquel funesto día de Junio de 2013 en Los Ángeles con el mantra «TV, TV, TV» aunque cambió su papel a otro capitán de barco, en concreto al del Costa Concordia, cuando fue recolocado (Hoy va de eufemismos señores) a Zynga.
El barco se iba a despedazar nada más salir de puerto, pero apareció alguien con la misma moral que los músicos del Titanic, que además entendía a los pasajeros. Phil Spencer comprendía la esencia de Xbox, dejó en el cajón el caro Kinect que lastró las ventas iniciales de la consola y puso a los estudios a trabajar en experiencias jugables. Y lo que es más importante, llevaba camisetas de juegos que si iban a salir (Eh Shawn Layden)
Pero la paliza moral y numérica que le estaba y está dando Sony con su PS4 a Xbox hace que los superiores (No olvidemos que Xbox es una división de la todopoderosa Microsoft), digo superiores porque creo que todos conocemos a Phil Spencer y su perfil «gamer de corazón» a lo Iwata y sabemos que tanto la decisión de ir pasando a Windows 10 las exclusividades de su consola, como esta última de cerrar Lionhead no son propias de él. Parece que Microsoft no cree en su propio producto y por ende, en una de sus divsiones.
Con todo esto sobre la mesa nos encontramos a dos nuevos personajes en la tabla que otrora ocuparan los oscarizados Leonardo Dicaprio y Kate Winslet; tanto Microsoft como Xbox están en el medio de mar y sin un rumbo concreto. Los directivos de la empresa fundada por Bill Gates son los egoístas que creen que no hay sitio para dos, mientras que todos los jugones gritamos a cada nota de prensa diciendo «¡Hay sitio cabrones!»
