Periodo de entre-betas Tom Clancy’s The División – Preview

A pocas horas de que la primera beta (semi)privada de The Division estuviese a punto de finalizar, se filtró la posibilidad de una beta abierta a finales de febrero para Xbox (y, al día siguiente para el resto de plataformas). Mientras la gente caminaba por el post-apocaliptico Manhattan del juego y se disparaba para conseguir unos míseros cuartos o loot en la Zona Oscura, se abrió la posibilidad de volver a visitar el mundo persistente de Ubisoft que, sin ruborizarse, ha venido para acabar con el reinado complaciente de Destiny. Una buena noticia porque, me da la sensación, de que nos faltaron horas y contenido para saber si esto que hemos jugado es tan bueno como parece o tan limitado como también parece. Así que, nosotros jugadores, estamos en periodo de entrebetas: como no podría ser de otra forma, todos aquello que han participado en el experimento se han lanzado a aportar su opinión sobre la experiencia. En Antihype no podríamos ser menos, aunque no sé si más.

Desde Eurogamer a Anait, sin contar con todas las webs de referencia internacional sobre videojuegos como Kotaku o Rock, Paper, Shotgun, han desmenuzado concienzudamente lo poco que la Beta nos ha dejado entrever: la terrible tensión que va a producir en los jugadores esta propuesta de Ubisoft. Además de tratar de ser justos con lo que se ha mostrado, los críticos muestran algo que preocupa a los jugadores: ¿será este el producto con el que por fin Ubisoft se reconcilie con el público? La otra tensión que ha recogido la crítica y que se refleja en los jugadores es ¿me ha gustado o no? ¿es en verdad un buen juego u otro bluff muy hinchado (hinchadísimo)? En un momento histórico en el que cada cosa que sale nueva es lo mejor de lo mejor de lo mejor del mundo (Goty, Goty y re-Goty) de este último día, o lo peor que le ha sucedido al ser humano después de la Peste Negra, encontrar estas tensiones resultan interesantes. Entonces ¿The División merecerá la pena? Mi respuesta: no lo sabemos aún.

Pero, bien, podría decir alguien, ha estado jugando y de vez en cuando usted (en mis diálogos imaginarios me llamo de usted, así están las cosas por mi cabeza) hace análisis en esta web, por tanto, tendrá un criterio adecuado para recomendar o no este juego, qué le ha parecido, si las mecánicas son adecuadas, si es entretenido, o cualquier otra cosa. Ante esta batería de preguntas recurro como respuesta a un tópico de la literatura universal, el poema de Catulo Odio y Amo (Odi et Amo):

“Odio y amo. Quizás te preguntes por qué hago esto.

No lo sé, pero siento que así ocurre y me torturo.”

(“Odi et amo. Quare id faciam, fortasse requiris.

Nescio, sed fieri sentio et excrucior”)

Tengo muchas ganas de que vuelva la beta para seguir probando todas y cada una de las cosas que nos ha dejado: me encanta el Nueva York invernal, la reproducción de la ciudad a una escala bastante parecida a la real me trae muy buenos recuerdos. Quiero saber cómo funcionan las habilidades o si el diseño de misiones es mejor que el que nos han dejado jugar –terrible que después del Destiny aún se diseñe de tal forma que te vayas al fondo del escenario y desde allí, que por lo general los malos con capucha no pueden llegar, elimines a todos con tranquilidad.

No tengo ninguna gana de que vuelva la Beta: otra vez estar echando horas para encontrarme con un walk simulator a escala monumental: las misiones secundarias se resumen en ir de un lado para otro; las opciones extras sean recopilar objetos –muy en la línea Ubisoft; aunque más variadas que en Destiny, las cosas por hacer son aún insuficientes.

Amo personalizar las armas y todo ese tufo a realismo que desprende. Es difícil identificarse con tu avatar, sí y carecen de carisma, pero ya era hora de que hubiese un juego de este tipo ambientado en nuestro mundo. Destiny era un matamarcianos que ganaba mucho cuanto más horas le echases (hasta llegar al punto de saturación y aburrimiento), pero el lore de The Division es más cercano y accesible, sucio y naturalista, en ese los de Bungie nunca van a poder competir.

Odio que las armas sean tan escasas y que la personalización se haya convertido en una dinámica de subida de nivel. Odio que no se hayan preocupado lo más mínimo en hilar una historia mejor que la que nos proponen. Pero sobre todo, es horrible que todos los malosos sean señores con hoodies. Vale, es muy newyorker, pero oiga, las usa todo el mundo; me resulta sospechoso que todos parezcan negros por su estética de corner boys, pero esa ya es harina de otro costal. Que sea realista no aporta demasiado cuando debes conceder ciertas dinámicas como que para acabar con un maloso con nivel tienes que vaciarle varios cargadores. Si van de realistas, que se ciñan a esa constricción, ¿o no?

¡La Dark Zone es brutal! Todo el tiempo te mantiene en tensión; con la IA, pobre pero resistente, y los otros jugadores que no sabes si te van a ayudar o te van a matar, nunca puedes estar tranquilo. La Dark Zone, por cierto, es el PvP / PvE del juego donde compites y/o colaboras para extraer el mejor equipo del juego. Entrar solo es bastante suicida, por lo que un grupo de amigos siempre va a resultar mucho más adecuado. Confiar en alguien está bien o mal según sean tus decisiones, pero es una sensación constante de “sálvese quien pueda”. Cargarte a otros jugadores y recoger lo que llevan encima potencia esta sensación de post-apocalipsis que le sienta tan bien a The Division y mantendrá fresco el PvP pese a que ni siquiera se les ocurra incluir nuevos contenidos. Los momentos de extracción son tensos y vibrantes: mientras esperas al helicóptero para que saque el loot conseguido la paranoia crece y crece: ¿Me estarán apuntando con un rifle de francotirador? ¿este tipo que tengo enfrente me traicionará en el último segundo?

¡La Dark Zone es un mojón! Si tuviera que buscar un motivo por el que no jugar a The Division sería por esta modalidad PvP. Es muy original, eso lo concedo, pero tiene dos problemas: escasez de modos de juego (es el que hay, no existen variantes) y la extracción del material que has conseguido. No soy un fan del PvP en casi ningún juego, pero en The Division resulta particularmente molesto y frustrante que pierdas todo lo que tanto tiempo te ha llevado conseguir por culpa de unos agentes renegados que han decidido que “mejor tú que yo”. Cuando mueres en Dark Zone pierdes todo lo que has conseguido (también experiencia de la Dark Zone y dinero Dark Zone, pero eso, de momento no resulta un problema). Si nadie lo recoge seguirá allí, pero eso no va a ocurrir. Los puntos de extracción, la única forma de sacar lo que has conseguido, ofrecen momentos auténticamente divertidos, pero, ¡oiga! no paso por eso más veces. A la gente que le gustaba el Eve Online le encantará, pero a mí de ninguna manera. En cuanto a la implementación narrativa del PvP esta es más que cuestionable. Mientras que en la zona normal PvE eres un soldado de la División encargados de traer el orden al caos post-pandémico, evitando, por ejemplo, que haya saqueos o gente que se mate por la calles, en el PvP te relajas haciendo precisamente eso que tratas de evitar fuera. ¿Vigilante de día, asesino de noche?

La calidad de The Division es impresionante. Efectos nunca vistos, texturas increíbles, sistema de coberturas bien resuelto (también muy Ubisoft)… te sientes en New York tras la catástrofe. Una delicia visual total.

La calidad de The División es más que cuestionable. Un PC a Ultra parece que lo maneja con fluidez y, además, casi como se mostró en el E3. Pero el downgrade se nota y mucho en Ps4. No es Watch Dogs en ese sentido, pero sí que poco o nada tiene que ver con el E3. Desde el HUD a la profundidad de campo, las texturas o a casi cualquier otra cosa que pueda nombrarse. Por cierto, el sistema de coberturas puede estar bien resuelto, pero los tiroteos son aburridos y repetitivos.

Y así podríamos seguir. Por mi parte, si es que se confirma que la beta regresará, volveré al mundo militarista y enloquecido de la franquicia Tom Clancy por si nos dejan sentir si el juego merece la pena o no. En estos momentos sí lo sé y no lo sé qué siento por The Division.

¡Ah! Pero que usted también lo odia y lo ama. Bueno, no se preocupe, pasa con muchas cosas: The Division solo es una pequeña muestra de lo complejo que es saber qué sientes hacia algo o alguien. Va a tener que formarse un criterio y decidir por usted, o dejarse llevar sin pensarlo mucho. Solo, claro. Esto sí que es la Dark Zone.