Tu falta de Fe resulta molesta Star Wars: Battlefront – Análisis

Era tan sólo un pequeño infante cuando mi señor padre me llevó al cine a ver Star Wars: El retorno del Jedi.

No era la primera película de la saga, eso es algo que todo el mundo debería estudiar en las escuelas, pero sí mi primer acercamiento. Y quedé marcado para siempre con esta saga. Con los años, hice las cosas correctamente y he revistado casi anualmente la trilogía clásica de Star Wars.

Es difícil de entender el fenómeno fan. Es muy complejo para mi explicar esas sensaciones viscerales y primitivas que experimentas físicamente cuando algo que te encanta, que te flipa, te muestra algo nuevo o simplemente que vuelves a ver. De hecho, el término “fan service” lleva muchos años acuñado como concepto para hablar de esa cosa que tiene como mayor virtud hacer feliz a la masa.

Star Wars: Battlefornt es uno de los mejores productos Fan Service que he probado hasta la fecha. Toma tus instintos más primitivos con fuerza y agarrándote de la pechera te dice: !Ahí está Darth Vader, ayúdale a acabar con la resistencia.” Y tú, que estás en tu sofá, en pijama, tomas tu pistola láser y sales al campo de batalla dispuesto a morir por el Imperio. ¿Que otra cosa si no podrías hacer?

Y sólo con esto, Star Wars: Battlefront ya ha compensado la compra. Para ti que eres fan, para ti que te has comprado hace un mes la entrada para ir a ver el Capítulo VII, es todo lo que necesitas para ir preparándote para el estreno.

Y es que la ambientación, tanto gráfica como sonora, es excelente. El cómo se ve, cómo se oye, cómo te sientes inmerso en una batalla estelar de la trilogía clásica ( insisto en el acierto de esta ambientación y no la moderna. Esta es la buena, lo sabemos todos) disfrutas muchísimo todo lo que ves que está sucediendo a tu alrededor. Y es que cuando los gráficos son de esta magnitud, si que podemos hablar de que los gráficos importan y mucho. No he visto cosa igual en un multijugador, nada que lo iguale en cuanto a iluminación, texturas y objetos destruibles.

Finalmente Star Wars: Battlefront es un juego cuya parte importante es el multijugador. Olvidemonos de estas misiones cooperativas que te vienen como añadido. Es un contenido que está ahí, sí. Que puedes usar como tutorial para aprender como funciona el juego antes de salir al verdadero reto del juego on-line, pero que no vas a querer hacer. Porque, ¿por qué vas a estar haciendo misiones aburridas para aprender algo, cuándo puedes salir al campo de batalla real y aprender lo mismo en un par de rondas? Es un contenido que está y se agradece siempre todo el material incluido en un juegos, pero que no sirve de mucho y que solo usarás a modo de tutoríal o para sacarte logros o trofeos.

La chicha, como dije antes, está en su modo multijugador. Hay 8 modos distintos, a falta de que en próximas actualizaciones vengan más, que bajo distintos nombres son una suerte de variaciones de los clásicos modos de Battlefield: Asalto, Conquista o Team DeathMach. Algunos están mejor adaptados que otros para la experiencia Battlefront pero todos ellos tienen su punto de diversión para que, según los amigos con los que formes patrulla, puedas disfrutar más de un modo de juego u otro.

El diseño imperante por encima de todo es la facilidad para matar y morir que ofrecen todas las modalidades de Star Wars: Battlefront. La percepción resultante es que el juego que tienes en las manos es muy arcade, que instantáneamente después de tu muerte vuelves a aparecer dispuesto a cobrarte tu venganza. La agilidad y la velocidad del planteamiento consiguen que el enganche al mando y a la pantalla sea casi instantáneo.

Al no existir separación de clases como tal, la diferenciación está en el tipo de arma seleccionada y en los aumentos que, a modo de cartas, puedes escoger antes del comienzo de cada partida. Se trata de un elemento que tiene su punto estratégico en función del mapa y el modo que estés jugando. Las armas son todas láser, y encontramos la clásica escopeta y el rifle de francotirador, pero no su munición, porque es inagotable. En su lugar tenemos una “recarga activa” estilo Gears of War que amplia y profundiza la sensación de estar jugando a un shooter muy arcade, que quiere que constantemente estés preocupado por el gunplay, por el disparo y no por los suministros.

A destacar que, dentro de la patrulla, puedes tener un compañero. Además de reaparecer con él, una de las funciones más importantes es que puedes usar su selección de cartas y arma, en caso de que tuviera un mayor nivel que el tuyo y por lo tanto mejor combinación, o que simplemente se ha preparado mejor que tú y el armamento que porta en ese momento vaya mejor para esa situación de la partida. Además, por el campo de batalla encuentras power-ups tales como naves, vehículos o armas y disparos especiales que no se encuentran dentro de los desbloqueables. Esto hace que cada partida pueda variar sensiblemente tu forma de jugar respecto a la anterior.

A destacar el modo de “Escuadrón de Cazas” en el que te ves enfrascado en medio de una batalla entre X-Wing y Tie-Fighters batiéndote el cobre no sólo contra enemigos humanos, si no que también lo haces contra bots. Lo destaco no sólo por parecerme uno de los modos de juego más divertidos, si no por la simplicidad del manejo de los vehículos aéreos. En Battlefield el uso de aviones o helicópteros es algo que está reservado solo para aquellos que hayan empleado las suficientes horas como para aprender a manejarlos. Battlefrontsimplifica muchísimo el control, consiguiendo hacers mucho más accesible y satisfactorio. Cuesta muy poco arrancar y empezar a sentir que “eh, empiezo a hacer cosas, parece que hasta soy bueno”. Y por suerte es una sensación que se extiende a todos los modos donde hay vehículos.

Los juegos de DICE suelen caracterizarse por ofrecer mapas grandes y primar mucho el juego en equipo, frente a una oferta de Call of Duty basada en un tamaño  más reducido y donde la victoria depende más de la habilidad de uno mismo. En estos últimos, el jugador medio busca su propia racha de bajas y quedar en positivo en la relación de bajas y muertes antes de preocuparse de la victoria del equipo, al contrario de lo que sucede en Battlefield. En este caso, Battlefront ha encontrado un equilibrio entre ambos, resultando más ágil y directo que Battlefield y demandando trabajo en equipo para ganar. Sin embargo, la ausencia de las rachas de bajas presentes en Call of Duty convierte el hecho de matar o morir en algo no tan significativo, solo un elemento más en las estadísticas de puntos.

Si hay algo que puede hacer peligrar que el disco de Star Wars: Battlefront sea el que esté dentro de tu consola por defecto en los próximos meses, es la escasez de contenido. Con tan solo cuatro mapas y unos modos de juego demasiado parecidos entre ellos, el índice de probabilidad de que el juego se queme demasiado rápido está muy presente. No tanto por el número de mapas, cuyo diseño funciona mejor para unos modos de mapas diferentes, si no por el diseño de los modos de juego. Existe una diferencia demasiado leve entre ellos como para justificar la inversión de tiempo tras haberlos probado al menos una vez. Y el problema, intrínseco ya de los juegos multijugador, que no es culpa directa del juego, pero que sí que le afecta, de los jugadores que viven prácticamente dentro del juego. Un problema que, si no has invertido la cantidad suficiente de horas, convierte la diferencia entre su equipamiento y el tuyo en prácticamente insalvable, haciendo que la experiencia sea menos satisfactoria y más frustrante de lo que debería.

Aún así, y con un montón de contenido que está por llegar (ya sea gratuito o como parte de nuestro archienemigo, el “Season Pass”) Star Wars: Battlefront es una experiencia extraordinaria, divertida y excitante por sí sola. Más aún si eres fan de la saga, y si tu patrulla también lo es. Me queda el sabor agridulce de que por 70 € he comprado sólo una parte de lo que el juego debería de haber sido originalmente y que se completará a lo largo de los meses cuando DICE y EA vayan desbloqueando el resto del contenido, pero aún así, sólo por las horas que llevo jugadas y por los gritos de mis compañeros al lograr una épica victoria en el último segundo de Asalto de los Caminantes, siento que ha merecido la pena.