Uno de los juegos más esperados no solo de la conferencia de Electronic Arts, sino de toda la feria y probablemente de los últimos años era sin duda alguna la secuela/reboot de Mirror’s Edge, ahora rebautizada como Catalyst siguiendo la tendencia de maquillar con subtítulos de todas las formas y colores la acusada secuelitis que sufre esta industria. Por fortuna, y a la vista del trailer, el juego pinta estupendamente, al menos en un apartado gráfico que supera ampliamente lo poco que vimos en anteriores ediciones. De la jugabilidad en si misma y del tan cacareado giro al desarrollo open world no podemos contar demasiado, con lo que habrá que esperar.
Lo que sí tenemos es una fecha, 25 de febrero del próximo año, y la promesa de poner más esfuerzo en un argumento (falta hacía, y mucha) centrado en los orígenes de Faith y en aportar mas detalles sobre ese futuro distópico y malrollero que ambientara la primera entrega.