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Parece que los señores de Valve no están encontrando mucho tiempo para aburrirse en esta edición de la GDC. Dejando de lado el anuncio de la nueva versión de su motor source y su caracter gratuito y open source, la compañía dirigida por el orondo más singular de la industria ha aprovechado la feria para mostrar la forma definitiva de su tan traído y llevado Steam Controller, ya sabéis, el trasunto futurista entre gamepad, trackball y enemigo del Space Invaders con el que pretende hacer definitivo el asalto de los compatibles a ese campo de batalla que son nuestros salones.
Tras varios cientos de miles de prototipos, tests, arrancadas en falso y declaraciones de developers diciendo que a tope con esto, parece que finalmente la versión definitiva de Steam Controller es una apuesta por nadar y guardar la ropa. Quizá el asunto aquel del feedback háptico no funcionara tan estupendamente como querían vendernos, o quizá la humanidad no estaba preparada, pero a la vista del prototipo definitivo parece que la configuración pasará por combinar las supuestamente revolucionarias superficies táctiles originales con un analógico y cuatro botones frontales de toda la vida de dios, no la vayamos a liar.
Y por si fuera poca botonada, a esto hay que sumarle dos bumpers tradicionales y otros dos pulsadores en cada extremo de la parte trasera, lo que sumado a la supuesta mapeabilidad de las superficies táctiles da un total estimado de cuatrocientos diecisiete botones, con los que entendemos que el pecero medio se sentirá como en casa, porque ellos son así.
Según las últimas informaciones, el precio final del Steam Controller será de 49.99 dólares, y verá la luz en noviembre, de la manita de las no menos polémicas Steam Machines.
