it´s the final countdown titan nino Risen 3: Titan Lords – Crítica

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Se conoce como entretenimiento al conjunto de actividades que permite a los seres humanos emplear su tiempo libre para divertirse, evadiendo temporalmente sus preocupaciones.

No solo de pan vive el hombre. No solo de grandes obras vive el arte. No solo de journeys viven los videojuegos. Y és que no todo en la vida tiene por qué ser el buscar la grandilocuencia. A veces simplemente  basta  con combinar una serie de elementos y crear un cóctel que te sepa más o menos bien, ya lo hacía así Tom Cruise en los 80. Salir a explorar, a luchar contra enemigos gigantescos. ¿A quién no le apetecería irse a luchar con tu armadura de “pico de oro +10”contra los demonios del inframundo mientras consigues trades molones?

Y este es  un poco el caso de Risen 3: Titan Lords. La tercera entrega de esta saga de juegos de rol y aventuras, que repite fórmulas ya conocidas y que juntas hacen que la cosa, durante un buen rato, funcione. Y durante buena parte de la experiencia que nos ofrecen los chicos de Piranha Bytes  – autores juegos de las sagas de Gothic y anteriores Risen –  la cosa, efectivamente,  funciona. No se rompe, sabe qué tipo de experiencia pretende dar, a qué tipo de jugador se dirige. Y muy hábiles han estado en Deep Silver colocando el lanzamiento del juego a mediados de agosto, un solar de lanzamientos, dando espacio suficiente a los jugadores ávidos de nuevas experiencias y desafortunados a la hora de escaparse a la playa para disfrutar de horas suficientes de juego sin abandonar el sofocante calor de su hogar.

Risen3_Artwork1_1280pxLa cuestión de la ventana de lanzamiento es fundamental para saber el porqué se ha lanzado un juego así en una época como la que hablamos. El juego no es injugable, en absoluto, pero sí es cierto que los valores de producción distan mucho de los juegos que estamos pudiendo ver en la actualidad o incluso en juegos anteriores de las mismas plataformas. Y esto teniendo en cuenta que sólo ha salido para consolas de la anterior generación – Xbox360, versión que hemos probado, Ps3 y PC – , cuyos flujos de desarrollo, hardware y demás historias técnicas se presuponen de sobra conocidas.

Técnicamente, a este tipo de juegos de mundo abierto, infinidad de misiones, etc, siempre se les levanta más la mano, por entender que bajo estas condiciones no se puede rendir tanto como  títulos más pasilleros. Y no es que me importen demasiado los gráficos, pero hay cosas que a uno le sacan de la experiencia de juego. Que el escenario se vaya generando mientas caminas, las caídas de frame rate con el personaje estando solo en una habitación mientras uno gira la cámara, atravesar muros, la escasa diferencia entre las texturas de las plantas de las diferentes islas, que terminan dando la sensación de estar siempre en la misma… todos estos detalles, y alguno más, son los que hacen que en muchos momentos tengas la sensación de estar fuera de la historia, fuera del universo rico en misiones que Piranha Bytes nos quiere mostrar.

 

Pero qué poco puede llegar a importar eso,  cuando tienes horas de entretenimiento “ a cholón”. Y Risen 3 tiene horas, eso es indudable. Como en todos los clásicos juegos de aventura- RPG, además de la main quest, en cada isla – que así se divide el mundo – esperan muchísimas misiones secundarias por hacer.  Mucho recado, mucho ir a hablar con el hermano de uno que no ha pagado la comunidad. Ir a solucionar el tema de Iberdrola, acabar con unos perros del inframundo… esas cosas que hace un típico héroe de épica medieval marinera. Un héroe, por cierto, al que al principio del juego un demonio muy malo le roba el alma. Nuestro personaje pasará prácticamente todo el juego intentando recuperarla mientras, poco a poco, se le va quedando la misma cara que a los jóvenes que vuelven a casa después de una noche loca en Magaluf – detalle que, por cierto, conoces gracias a las conversaciones con la gente que te encuentras. Durante toda la partida el mío tenía la misma -.

La historia, básicamente, es volver a salvar el mundo. Abandonado por los dioses, acosado por demonios y  titanes de la troika, que amenazan la supervivencia del mundo tal y cómo los personajes lo conocen hasta este momento. Y de paso, que nuestro protagonista recupere su alma. Para ello, podrá unirse a diferentes gremios – magos, caza demonios… todo muy nuevo – con los que podrá mejorar sus habilidades con armas cuerpo a cuerpo, hechizos, pociones y demás.

Todo esto, desde un principio, puedes hacerlo como quieras. Tienes una libertad total para irte moviendo por las diferentes islas, y la única limitación la imponen los enemigos que te vayas encontrando, en la forma de demonios y demás gentes del inframundo, o bien bichos de toda clase y tamaño que superan tú nivel y te dan para el pelo. Al menos al principio, no es ningún paseo por el campo. Al principio, repito. Porque la inteligencia artificial aquí brilla por su ausencia. Da igual el tipo de enemigo random que te encuentres. No importa si es un perro del inframundo, un esbirro, un gorila o el ministro Montoro. Todos sus ataques son iguales o extremadamente parecidos. En la mayoría de ocasiones, solo cambia el skin del enemigo en cuestión.

Así, el sistema de combate termina convirtiéndose en una cuestión de flow, de esquivar a tiempo, haciendo las contras en el momento justo. Una vez has aprendido eso con el primer enemigo, es válido para el resto del  juego. El reto llega, eso sí, cuando te ves superado en número y toca correr más que una señora en las rebajas de enero.

Risen3_Screen_08Es un sistema de combate sencillo, con un ataque principal que alterna golpe rápido y fuerte según el tiempo de pulsación y uno secundario que se encarga de las armas a distancia, como dagas o pistolas. Recuerda en parte a cierta saga ambientada en el medievo –  el europeo, no el japonés – de asesinos, aunque es más tosco, incluso algo desesperante en ocasiones. Al contrario de lo que sucede en Dark Souls, donde el juego te hace ver que eres un mal jugador, aquí se trata más bien de feeling a la hora de empuñar un arma u otra. Es cierto que la elección correcta hace del combate algo más fluido, pero nunca hasta el punto de sentir que realmente tenía el control de la situación.

La moralidad, o la falta de la misma, es significativa. Apenas hay un contador de almas. Te suma si vas de enrollado con la gente, y te resta si eres un poquito borde y les contestas mal cuando te cuentan la historia de que si su chiquillo ha suspendido en el cole la asignatura de leer cartas de navegación. Cosa que me molesta, porque señora, yo he venido aquí a buscar un grimorio, porque el mundo se acaba. No estoy para darle clases particulares a su hijo, que será muy guapo, pero es que el mundo se acaba, ¿sabe usted?.

Y para muestra, un botón. En un momento de audacia, decidí “tomar prestado” unos objetos de la habitación de un señor. A Billy, que pasaba por allí, no le pareció adecuado. Tuvimos una reyerta, en la que mi compañero y yo le dimos para el pelo. Él se quedó solo, inconsciente – Esto merece una explicación. Los personajes secundarios no mueren. Ni tus acompañantes, ni los que pueden tener algún tipo de misión. Solución muy del  rincón del vago para no impedirte completar todas las misiones – . Cuando al rato se volvió a levantar, fui a hablar con él. Y el hombre, como si nada, me volvió a contar la historia, que si su hermano, que si no sé qué. Ni un “oye te has pasado con lo de antes”, o un «tío, perdona». No! Paqué. Aquello más que el santuario de magos de Taranis, parecían los juzgados de la comunidad valenciana, donde tus actos no tienen consecuencias.

En este sentido, el juego no para de repetirte que está pensado para los jugadores que buscan la forma más clásica de este tipo de géneros. Yo lo afinaría un poco más. Es un juego que ha cogido todo lo que lleva funcionando en este tipo de género desde hace más de 10 años, le ha lavado la cara, lo ha puesto en un contexto de piratas y titanes y lo ha lanzado al mercado. Esto se aprecia en cosas como la compra de subida de habilidad a base de puntos de experiencia u oro, o un inventario que puede llevar basura hasta el infinito, perfecto para los adoradores de Diógenes… En definitiva, es un juego que desde el principio ofrece la sensación de haberse jugado con anterioridad y ni si quiera la inclusión de los titanes a modo de jefes finales de fase le da un aspecto novedoso.

Sin embargo, sí es de agradecerla comercialización en España de la llamada First Edition, que trae consigo los paquetes de contenido descargable Fog Island, Uprising of The Little Guys y Adventure Grab. Cada uno de estos DLC aumentará el número de islas y misiones a completar ,sumando así más horas de juego. Para ti, que eres joven.

Con todo, Risen 3: Titan Lords es una digna sucesora de la saga, que hará las delicias de los fans de los juegos de Piranha Bytes y que proporcionará un buen número de horas de juego a los que busquen entretenimiento sin más complicaciones. Sin embargo, puede decepcionar y no gustar nada a aquellos a los que este tipo de experiencias se le hayan quedado pequeñas, o las vean poco maduras. En definitiva, la evolución de los juegos,  y de los propios jugadores, es la que impulsa a examinar con lupa e incluso con desdén este tipo de productos. Y el querer ser magnánimo o comprensivo con la intencionalidad de los mismos, no les hace merecedor de ocultar sus carencias, que en el caso del Risen 3 son muchas. No está entre ellas la duración, pero sí el hacerte perder el interés o la motivación en querer seguir jugando. A medida que pasan las horas cada vez es más duro. En mi opinión, sin duda, el mayor acierto de Deep Silver con este juego, es el de publicarlo en este guarismo de lanzamiento. Y puede que finalmente sea lo único que le pueda hacer sobrevivir entre tanto Titán que viene desde Polonia.

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Acerca de chesaronne

Presentador del programa. Ideólogo y ex miembro de la Cofradía del Cachopo.

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