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Aparte de cosas loquisímas como Titan que efectivamente no está al alcance de todos los bolsillos, NVIDia hace su jugada cara a los juegos de la siguiente generación de videojuegos que está en ciernes. La cosa es una auténtica barbaridad. De tal calado l contar con arquitectura kepler de 28 nm (concretamente la referencia GK110), 2.304 núcleos CUDA, una frecuencia base de 863 MHz y 3 GB de memoria GDDR5 de 384 bits. Según la propia NVIDIA y sus fantásticos cálculos la tarjeta gráfica podrá tener un rendimiento de unos 4 TFLOPs y un consumo de 250 vatios, que contrastan frente a los 3,54 y 195 w del modelo GTX 680. Además contaremos con salidas DVI, DisplayPort 1.2 y HDMI, PCI Express 3.0, así como, por supuesto, lo último en tecnología de la casa para estos fines, incluyendo PhysX, TXAA y SLI.
La cosa no saldrá barata, ya que estamos hablando de un precio de salida de 539 €. Poca broma. La parte más positiva de todo esto, es que el tope gama de la serie anterior la ya mentada GTX 680, bajará presumiblemente de precio. Con lo que si estaís atentos, podreís adquirir una grafica que ya es impresionante. Y que sin duda podreís disfrutan un montón aún.
