Mike Hodges estaría orgulloso Far Cry 3: Blood Dragon – Crítica

En ocasiones hay juegos que por nostalgia nos gustan, como Duke Nukem Forever. Pese a ser un cristo pasado por las manos de mil estudios intentando hacerlo potable fue un esfuerzo en vano, pero aunque tuviese todos los problemas posibles, gustó a un grupo de gente que por nostalgia o por salirse de la tónica general de los shooter, vieron algo que les hizo disfrutarlo, y mucho.

El caso de Far Cry 3: Blood Dragon, partiendo de un principio parecido se distancia lo suficiente como para no sonar a un simple reclamo. Intentando contar desde la parodia mas cruda una historia a la antigua usanza, apoyándose en todos los clichés posibles y haciendo referencias claras a películas de finales de los 80 como Terminator, Robocop o Soldado Universal y una estética en parte heredada de Blade Runner pero muchísimo mas psicodélica por la parte de videojuego noventero que le toca, consigue crear una atmosfera retro y nostálgica perfecta para todos aquellos que nos hemos criado con juegos como Contra o Metroid.

Desde esa base nos dan una jugabilidad a años luz de todos esos títulos que simplemente juegan con nuestros niños internos obligándonos a jugarlo para que no nos reprochemos a nosotros mismos con la frase de «tu antes molabas «. Dándonos a cambio una forma de jugar que es sin ir mas lejos la de Far Cry 3, por que recordemos que es una especie de spin off, aunque muchas veces se nos olvide al jugarlo, pero continua siendo igual de orgánico y divertido.

El caso es que jugamos con algo que nos evoca a otra época, pero con un control a prueba de bombas, el gusto que da es extraño pero muy placentero, la sensación es parecida a no haber jugado un FIFA desde el 98 y ahora nos diesen el 2012, es lo mismo pero con una profundidad que no podríamos imaginar en su momento.

Pasado el miedo de que se hubieran sacado de la manga un juego diferente al Far Cry 3 original vendiéndolo como una expansión por el simple hecho de temer  no venderlo si fuese una licencia aparte nos empezamos a fijar en el mundo que nos contempla, una suerte de cliché post apocalíptico basado en un 2007 visto desde los 80, donde medio mundo se ha ido al carajo gracias a una guerra fría que terminó peor de lo que se esperaba, que ha sido el caldo de cultivo perfecto para un montón de Cyborg tanto humanos como animalillos que pueblan la isla en la que estamos, sin olvidarnos de esos amigos que son los dragones sangrientos, una especie de dragones de comodo gigantes ciegos y que echan rayos láser por los ojos, todo muy del 2007 que recordamos como podéis ver.

Sin pasar por alto los Cyborg malvados que intentan destruir el mundo básicamente por que si, lo cual si no se notase que esta hecho a posta, ciertas personas entre las que me incluyo meteríamos el DVD en el microondas para no volverlo a ver jamás. Pero a sabiendas de las intenciones y el humor que rezuma cada cinematográfica del juego (todo ello en un estilo píxel Art con imágenes semiestaticas) la verdad es que terminas riéndote tanto que al terminar el juego no sabes muy bien si seguir consiguiendo el resto de objetivos que te has podido dejar o rejugarlo para volver a pasar uno de los mejores ratos desde  The Cave.

Su apartado grafico no es malo, está un buen nivel sin irnos a compararlo con pesos pesados como Battlefield 3 o Crysis 3, y el trabajo de ambientación sin dejar de lado los mapas en parte heredados del juego original, al fin de al cabo sigue siendo una isla, pero pasada a una especie de Cyber parque jurasico donde todo se ha ido un poco de madre, es bastante acertado dada la tesitura del juego. Además todo tiene un filtro como si estuviésemos viendo a través de un ojo biónico pensado en los 80, que ha veces termina cansando y se agradecería el poder desactivar la opción por que pasado un rato pasa de una buena broma a algo que casi marea.

No es un juego perfecto, pero por los 14,99€ que vale nos puede llegar a dar unas 6 o 7 horas(completándolo todo en difícil) merece la pena al menos probarlo, además no necesita el juego original para jugarlo así que es un aliciente que puede decantar su compra.